Este Programa se ha consolidado como una oferta de cooperación mexicana que fortalece los lazos de México con la región. Ahora apoyamos a 147 planteles que albergan a 55,949 estudiantes.

Uno de los proyectos emblemáticos para la AMEXCID es el Programa “Escuelas México” (PEM). Esta iniciativa tiene una historia de 20 años, en los cuales se ha consolidado como una oferta de cooperación mexicana que contribuye al mejoramiento de escuelas de América Latina y el Caribe que llevan el nombre de México, sus próceres o ciudades, a través de mejoras a los planteles e incentivos entre cuerpos estudiantil y docente, para mejorar su desempeño académico y fortalecer los lazos de México con la región. En 2016 se apoya a 147 planteles que albergan a 55,949 estudiantes.

El PEM tiene 5 componentes que se realizan de forma anual, porque lo que a lo largo del año se llevan a cabo diferentes actividades. Por ejemplo, entre febrero y marzo se gestionaron los apoyos económicos que se envían a los planteles, como apoyo para la infraestructura. Tuvimos la oportunidad de ver fotografías de las mejoras hechas con los recursos que se enviaron en 2015.

A partir de febrero, comenzamos con los preparativos para realizar otros dos componentes: los concursos de mejor aprovechamiento de sexto grado y de pintura infantil. Este año también ahí pudimos constatar los cambios que ha habido en las escuelas debido al PEM, ya que el tema del concurso de pintura fue “Programa “Escuelas México”: 20 años de cooperación”, con el que se buscaba responder la pregunta sobre ¿Cómo ha contribuido el Programa a tu escuela o comunidad en estos 20 años?

El premio de estos dos concursos es un viaje a la Ciudad de México para la ganadora o ganador de cada concurso; es decir, dos por país, acompañados por un adulto. Durante esa semana se realizan actividades culturales y recreativas, que premien el esfuerzo y la capacidad creativa de los estudiantes de las Escuelas México.

Participar en esta iniciativa, particularmente en la planificación de la visita de las niñas y niños ganadores, ha sido de las experiencias más enriquecedoras a nivel personal y profesional que hemos vivido. Todo empieza desde el lanzamiento de la convocatoria, el diseño de los carteles, definir el programa de actividades. Luego, comenzamos a recibir las boletas y las pinturas.

Cuando lanzamos la lista de niñas y niños ganadores, comenzó la espera para recibir los pasaportes. Y comenzar también a imaginarnos cómo serían o qué les gusta, a qué juegan.

Este año se recibieron 916 dibujos, los cuales llenaban toda una sección de la Sala Morelos. En esta etapa, con la ayuda de un funcionario de la Secretaría de Cultura, se revisan todos los dibujos para poder elegir un primer lugar y una mención honorífica de cada país. Es impresionante todo lo que un niño puede transmitir a través de su dibujo, lo cual dificultaba la decisión para escoger a los mejores. Una vez que se tenían a los ganadores, nos preguntábamos si esos dibujos reflejaban algo sobre la personalidad del niño, había unos muy alegres, con múltiples colores, diamantina y lentejuela, otros eran más serios. Al final, descubrimos que en la mayoría de los casos no nos equivocamos, pues los niños tenían personalidades muy similares a sus dibujos.A partir de aquí comienza la curiosidad por conocer a esas niñas y niños, artistas y estudiosos que van a venir a visitar nuestro país.

Llega el gran día, la recepción en el aeropuerto. En este momento nos dimos cuenta que todo el trabajo realizado había valido la pena. Fue muy emotivo ver sus caritas de alivio al leer el cartel que decía “Bienvenidos niñas y niños de Escuelas México”, algunos de ellos corrieron emocionados a saludarnos y a robarnos un abrazo; otros, fueron más reservados.

Una vez instalados en un hotel del Centro Histórico, tuvimos una reunión, en la cual se les explicó el itinerario que se iba a seguir durante esa semana, el cual incluía diferentes visitas por la Ciudad de México. Algunas de esas visitas fueron a la Secretaría de Relaciones Exteriores para tener un desayuno de bienvenida con la Secretaria Claudia Ruiz Massieu y la Directora Ejecutiva, María Eugenia Casar Pérez; a Cinépolis, al Museo de Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, Kidzania, Pirámides de Teotihuacán, La Feria de Chapultepec, al Papalote Museo del Niño, al Huerto Roma y la Basílica de Guadalupe.

Finalmente, este programa no sería integral si no se enfocará en uno de los pilares de la educación, los maestros. Por esa razón, como quinto componente se encuentra el Curso de actualización de profesores, cuyo objetivo es enriquecer su práctica docente, a través de un curso con duración de una semana, impartido por una institución académica nacional en la Ciudad de México.

Como parte de los resultados alcanzados en estos 20 años de vigencia del Programa, 40 mil ejemplares han sido donados, se han entregado 2 millones de dólares a las escuelas, 403 niñas y niños han visitado México y 302 profesores han sido capacitados en 12 cursos de actualización.

Esta iniciativa está relacionada con cuatro de los cinco elementos de la Estrategia 2016-2018 de la AMEXCID.En primer lugar genera impacto, los niños se emocionaban con nuestra Ciudad, algunos de ellos después de haber visitado la UNAM, nos preguntaban qué tenían que hacer para poder estudiar ahí. Esto puede demostrarnos que iniciativas como ésta, pueden cambiar realidades más allá de la realización de actividades.

Por otra parte, el Programa está destinado a atender la región de América Latina y el Caribe, lo cual cumple con el componente de enfoque. Asimismo, es un claro ejemplo de que cooperar es compartir y que esto se logra gracias al esfuerzo conjunto de diferentes actores, ya sean públicos o privados.

Diana Delgadillo / Natalia Villagómez

Fuente: Blog AMEXCID